Cuenca

Os presento un modesto reportaje fotográfico de la Ciudad de Cuenca. Siendo más preciso, tendría que decir del Casco Antiguo de Cuenca ya que la ciudad nueva solo la hemos hemos visto a traves de las ventanillas de los taxis que nos llevaron al hotel desde la estación del AVE y nos volvieron a dejar en ella a nuestra vuelta.
Ha sido un día y medio paseando de forma tranquila por las calles de esta ciudad medieval declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 1996. Voy a ser honesto y no voy a escribir casi ningún dato sobre ella. Habitualmente, cuando preparo un viaje recopilo bastante información sobre geografía, historia y costumbres de lo que vamos a visitar. Esta vez, el viaje lo ha preparado un buen amigo (gracias Felix) con el rigor que le caracteriza y yo no he tenido que preocuparme mas que de preparar la maleta y acudir a la estación de tren a la hora convenida. Como Cuenca es además una de esas ciudades pequeñas y discretas, os puedo asegurar que he llegado a ella sin saber siquiera su situación exacta en el mapa.


Quiza por estar muy acostumbrados a recibir turistas o porque simplemente hemos tenido suerte, nos hemos cruzado con personas que nos han acercado la ciudad. En la Oficina de Información Turística están para eso pero no siempre te encuentras con alguien que, en diez minutos, te sitúa y te aconseja tan bien sobre lo que puedes visitar. Si además, antes de entrar al concierto de un coro entablas conversación con una estupenda narradora y gran conocedora de su ciudad, te puedes considerar un turista realmente afortunado.

Voy a empezar con tres panorámicas. Hubiera deseado poner una esférica desde un lugar privilegiado (el puente de San Pablo). Lo he intentado pero las tomas realizadas a mano, sin trípode ni rótula, no han sido suficientemente buenas. De estas que os pongo, en las dos primeras se ve la parte de la ciudad que se asoma al río Huecar y en la tercera la que lo hace al Jucar. Y digo se asoma porque realmente es así. Cuenca es una ciudad construida sobre una especie de arista rocosa con un río a cada lado y ambos muy por debajo de ella.




A continuación lo tipical. Hay que poner siempre lo más representativo y conocido del lugar turístico que visitas. Así, cumples con una obligación y puedes ir luego un poco más relajado mostrando tu visión personal.

Una serie de tres fotos de las casas colgantes (cuatro si incluimos la de portada del artículo).




Sin abandonar el escenario. El puente de San Pablo vuela sobre el Huecar uniendo el antiguo convento del mismo nombre (ahora Parador Nacional) con la ciudad.


Otra serie de tres fotos de la Catedral. Realmente son cinco porque, aunque no lo parezca, la segunda es una panorámica montada a partir de tres imágenes.




Para terminar esta primera parte, la Torre Mangana. Muy representativa. Su altura hace que se vea desde muchos puntos.


Cuenca es una ciudad recluida. Construida en su momento sobre un peñón (supongo que para dificultar su invasión) su crecimiento tuvo que ser difícil. Casas que se unen con otras casas por encima de calles estrechas e intrincadas. Casas de ocho y nueve pisos (les llaman los rascacielos) construidas nada menos que en el siglo XV. Voladizos imposibles que salen de fachadas asomadas a precipicios. Esta arquitectura urbana tan abigarrada me ha llamado mucho la atención. Cuando no hay espacio en superficie no queda otra que crecer hacia arriba. He percibido Cuenca como una ciudad vertical. Cuando un edificio alto se va asentando, algunas de sus verticales se tuercen. Son muy famosas las Casas Colgantes en Cuenca aunque se deberían promocionar más las casas inclinadas (como la torre de Pisa) porque prácticamente todas lo están en mayor o menor medida.


La serie que va a continuación no precisa de explicación. Como decía una vieja canción de Rafael Amor, Las ciudades son libros que se leen con los pies. No creo que se pueda decir mejor. Una ciudad se siente cuando se pasea por ella.








Cuando viajo (y más cuando lo hago con la cámara fotográfica) voy muy atento a los detalles. En mi ciudad podría descubrir la belleza de lo cercano si estuviera en actitud de hacerlo pero siempre se ha dicho que nadie es profeta en su tierra. Cuesta valorar lo que se tiene cerca.
Las formas, los colores y las texturas son como el diccionario de una ciudad. Las palabras que, bien combinadas, constituyen su lenguaje.

 








Esta última serie trata de recoger la vida sobre las aceras de Cuenca. No sé por qué tengo la sensación de que las fotos tomadas en esta ocasión cuentan una historia de ciudad desolada. Es cierto que no te cruzas con demasiada gente en tus paseos. Es cierto también que no fotografías mucho hacia la gente porque imaginas que la mayoría son turistas como tú. Es también una ciudad fría en invierno y eso hace que no haya demasiado movimiento por la calle. Pero no es una ciudad abandonada o carente de actividad. Mas bien la interpreto como una ciudad íntima y pausada.







Despido el reportaje con la vista del viajero. Desde el tren que nos llevó a Cuenca y a punto de subir en el que nos fuimos de ella.


Si habéis llegado hasta aquí, os han gustado las fotos y las queréis ver un poco más grandes, podéis hacerlo pinchando en cualquiera de ellas. Esa se os mostrará mayor sobre fondo negro y todas las demás las podréis seleccionar de las miniauturas que tendréis debajo.


4 comentarios:

  1. Buenas reflexiones sobre las vivencias en Cuenca.Y maravillosos recuerdos que hemos compartido juntos.
    Las fotos geniales.Y muchas gracias por hacerlas.
    Mil gracias.

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    1. Te agradezco yo también el comentario (la estupenda preparación del viaje ya te la había agradecido :-)). Lo de preparar un artículo lleva tiempo y trabajo pero tiene sus compensaciones. Cada vez que te planteas "contar" tienes que "revivir" y eso, en cierta medida, es como volver a viajar.

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  2. Bonito reportaje, en tu linea, combinando muy bien texto e imagen. El tipo de entrada que todos nos gustaria hacer pero que por distintos motivos no hacemos.
    Sigue deleitandonos con tus textos y fotografías

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    1. Muy agradecido Fernando. Gusta que se valoren estos artículos no muy espectaculares pero a los que hay que dedicar un poco de reflexión y bastante tiempo.

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