Sube el sol

La primavera está entre nosotros desde hace diez días pero fue ayer el primero en el que se despejaron las nubes, cesó la lluvia y el sol lució con fuerza. Es domingo y, en estas condiciones, resulta casi obligatorio salir a dar un largo paseo. Por si acaso voy a llevarme la cámara. Sin el flash, sin el trípode, sin los filtros, con un solo objetivo. Monda y lironda. Muy antigua, pero toda una reflex. Cuanto más lo intento menos me gustan las fotos que saco con el móvil. Y me gusta todavía menos el uso habitual que hago de ellas (enviarlas asociadas a un whatsapp).

La actividad era el paseo en sí mismo. La cámara me la llevé por si acaso pero, en cuanto fui sensible a la "calidad" de la luz que nos iba a acompañar,  supe que las fotos no iban a ser "normales". De las que decidí hacer y de las reflexiones (durante y después de hacerlas) surge este artículo. Dicen que los hombres disponemos de una sola neurona pero no deberíamos preocuparnos porque, al ser multitarea (con la mía puedo andar, hacer fotos y pensar al mismo tiempo), se le puede sacar mucho rendimiento.

¿Sabéis que tiene de especial la primavera para un fotógrafo? Muchas cosas. Pero hay una que casi todos tenemos muy poco presente o mal interiorizada. Arrojemos  un poco de "luz" (y de ciencia) sobre ella.

Hoy ha salido por fin el sol. El invierno se nos ha hecho muy largo. Llevamos muchos días seguidos con el cielo cubierto. Tantos que, para recordar uno soleado, tenemos que viajar con la memoria tres meses hacia atrás. Y algo ha cambiado entre aquel sol y este de hoy. 

Recordad que, con cielo despejado, la luz del sol es muy dura ya que el tamaño aparente del foco es muy pequeño (el sol es muy grande pero está muy lejos). La distancia entre el Sol y la Tierra cambia según las épocas del año pero la diferencia que eso supone en el tamaño aparente de la luz es tan pequeña que se puede considerar irrelevante. La luz del sol es siempre dura. En invierno y en verano.

Sin embargo hay otro parámetro de la luz que influye mucho en su calidad que es: el ángulo con el que incide sobre los objetos. Él es el responsable del tamaño de las sombras. No voy a profundizar mucho en ello. Darle unas vueltas a esto de las zonas en luz, las zonas en sombra y su relación de tamaño. Merece la pena. Al fin y al cabo una foto no es más que un montón de correlaciones entre opuestos.

ß es el ángulo con el que incide la luz del sol. En astronomía se le denomina elevación. Para la misma altura de algo (a), la longitud de su sombra (b) será mayor cuanto más pequeño sea ß. Y viceversa. Con el sol muy alto ß crece y b disminuye.

Vamos a reunir los datos que necesitamos para analizar qué situación de luz teníamos mientras se tomaban las fotos que os mostraré a continuación:

• Lugar: Bilbao. A 43° de latitud norte (más o menos).
• Fecha: 29 de Marzo (el año da casi igual).
• Hora: Entre las 11:30 y 13:30. 9:30 y 11:30 GMT. Precisamente hemos tenido que cambiar la hora esta madrugada para adaptarla al horario de verano, ese que nos aleja dos horas de las que les corresponden a nuestro meridiano. 

Y ahora nos dirigimos a esta estupenda página (SunEarthTools) que nos aporta la posición del sol en cualquier lugar del planeta, de cualquier día y a cualquier hora. Con listas de datos y gráficos. Impresionante.

Así, podemos comprobar que en el periodo en el que se tomaron las fotos que mostraré a continuación, la elevación del sol (el ángulo ß) estuvo entre 26° y 44°. En frío estos ángulos puede que no digan nada pero, si los comparamos con los que tendríamos a esas mismas horas el 21 de Diciembre (solsticio de invierno, día en el que el sol se eleva menos sobre el horizonte) y el 21 de Junio (su inverso, el solsticio de verano) tendremos lo siguiente:

                                29 Marzo              21 Diciembre          21 Junio

• 11:30                  26°                       14°                         40°
• 13:30                  44°                       23°                         61°           

Y si todavía no os dice nada a ver que os parece este dato:

El 21 de Diciembre, cuando el sol alcanza su máxima altura, su elevación es de 23° y el 21 de Junio es de 70°. Esto quiere decir que la sombra en el suelo de una persona de 1,70 m de alto el 21 de Junio será de 62 cm (poco mas de medio metro). Sin embargo, el 21 de Diciembre su sombra medirá...400 cm (4 metros exactos). Seis veces y media más ¿No os resulta sorprendente?

Resumiendo, en la primavera el sol sube mucho respecto a la posición baja del invierno aunque le falta bastante para llegar a las grandes alturas que tendrá en el verano. Esto no quiere decir que sea una luz de "transito". Ese ángulo que ronda los 45° al mediodía le da una característica única. Cuando se fotografía en estudio suele ser el que se utiliza para la iluminación básica (la que luego se complementa con otras). La podríamos considerar por tanto, el "fondo de armario" de la luz. Y no os olvidéis de que, a un rostro que se le ilumina de esta manera, se le forman unas sombras (de la nariz, las cejas o los pómulos) que quedan todas recluidas dentro de él. Así que, si no os gustan las sombras que dibuja una luz dura en la cara, no salgáis en primavera sin un flash para compensarlas.

A la vista de la sensaciónes que me provocó esta iluminación, fui buscando aspectos del entorno que podrían quedar resaltados por ella. 

Como los patrones uniformes que adquieren mucha fuerza visual cuando se les potencia con sombras.

Con esa altura del sol, todavía puedes buscar algún contraluz muy fuerte. Y no se deber renunciar a las imágenas tan intensan que surgen de iluminaciones "especiales".

Si se elije bien el plano de incidencia de la luz sobre los objetos las superficies, resaltadas por sus texturas, tendrán tanta identidad que se convertiran en las protagonistas de la foto.

El gran contraste entre las zonas al sol y las que quedan en sombra, potenciado incluso en algún caso con un poco de sobreexposición hará que las zonas iluminadas (o las contrarias) funcionen como un "fondo" de lujo para sus opuestas.

La luz fuerte también aporta un plus de carácter a las geometrías que ya lo tenían.

Con este tipo de luz, los destellos y los reflejos son otra fuente inagotable de posibilidades.

Y lo más importante. La luz está relacionada intimamente con la actividad, con el movimiento, con la vida. Esa que en primavera adquiere su máxima expresión.